Siempre hago lo mismo, es decir, nada. Porque no me parece bien, porque no quiero o porque a alguien no le parece bien. Y al final hago el gilipollas, porque oportunidades como estas no se pueden desaprovechar, porque nunca las he tenido y no se si volveré a tenerlas. Y siempre me pasa que pienso más en lo que los demás quieren que en lo que yo quiero hacer en el momento y por una vez tendría que haber aprovechado y haberme dejado llevar.
Pero no, hice la gilipollez de siempre, hacer lo que otros me pidieron hacer y no sirvió para nada. Lo que solo me puede convertir en una cosa, GILIPOLLAS. Una imbécil como la copa de un pino, pero es lo que hay. Eso si, el fin de semana que viene no cometeré el mismo error...
buen blog amiga un besoo
ResponderEliminarkonshon